Actividades
Por su localización, en un entorno privilegiado, Bielsa es punto de partida idóneo para practicar un montón de actividades al aire libre, además de otras de tipo cultural.
Senderismo
En los alrededores de Bielsa hay montones senderos y recorridos para todos los niveles, desde los más asequibles hasta los más exigentes.
Alpinismo
El Monte Perdido, los Astazus o la Munia son algunos de los tresmiles clásicos y más conocidos del Pirineo.
Barranquismo
Los barrancos de esta parte del Pirineo se caracterizan por sus fuertes desniveles, algunos son aptos para principiantes, otros sólo recomendables para grupos experimentados.
Esquí
A poco más de media hora de Bielsa se encuentra la estación de Piau-Engaly, la más alta de los Pirineos, con nieve garantizada durante casi toda la temporada. En Pineta, cuando las condiciones acompañan, el circuito de fondo supera los 23km. Hay bastantes lugares muy recomedables para hacer salidas de travesía.
BTT
Por la orografía del terreno, la mayoría de recorridos de BTT (sobre todo pistas ciclables) salvan importantes desniveles, aunque también hay opciones para los que buscan algo más relajado.
Escalada
Tanto en Bielsa como en los alrededores hay varios sectores de deportiva, se puede eledir desde»quintos» hasta 8a, prácticamente todo en caliza. Algunos sectores son bien conocidos por sus chorreras.
Kayak
El Barrosa es uno de los clásicos del Pirineo, río bien conocido por sus «bolos» de granito, tiene tramos de III y de IV. Un poco más fácil es el Cinca, navegable desde Salinas hasta Aínsa. Los que quieran un poco más de grado tienen muy cerca los tramos clásicos del Cinqueta o los tramos altos del Ara.
Setas
Aunque hay setas durante muchos meses del año, las de otoño son las más abundantes y conocidas: robellones (Lactarius deliciosus), ceps (Boletus edulis), colmenillas (Morchella Elata), macrolepiotas (Macrolepiota Procera) y un montón más de especies abundan en bosques y prados.
Cultura y patrimonio
La Casa Consistorial de Bielsa, con fachada renacentista del S. XVI, alberga el Museo Etnológico, que atesora un extenso archivo fotográfico del último siglo, además de una interesante colección de enseres domésticos ya en desuso. En la iglesia románica de Javierre se conserva un retablo del S. XV.